Para bien y para mal, la tecnología es algo que está inmerso en nuestras vidas. Debido a esto, las fuerzas de seguridad de todas las naciones del mundo deben contar con personal que sea competente en esta materia para enfrentar los nuevos desafíos que ello conlleva. Sin embargo, a pesar de que cada vez existe una mayor capacitación a nivel técnico, esto no resulta tan fácil de conseguir debido a un factor muy importante: el dinero.

Según se dio a conocer en un informe del Comité de Inteligencia y Seguridad de Reino Unido del mes de diciembre pasado, el GCHQ (Government Communications Headquarters o Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno) está teniendo dificultades para reclutar nuevos espías debido a que los potenciales aspirantes a este tipo de empleo prefieren hoy en día trabajar en sitios como Apple, Google o Facebook debido a que, sencillamente, pagan más.

Y es que, como señala el mismo informe, la amenaza de los hackers extranjeros está creciendo. Por ejemplo, en 2017 hubo ataques contra los diputados para intentar adivinar sus contraseñas de correo y, por supuesto, está el tan comentado ataque de WannaCry que casi paralizó el sistema nacional de salud.

De ahí que se haga imperativo reforzar los efectivos en la lucha contra este tipo de amenazas. Sin embargo, es lógico que los profesionales se decanten por las grandes empresas de tecnología pues estas, según dicen desde el mismo GCHQ, podrían ofrecer «cuatro o cinco veces más» dinero a los especialistas en seguridad de lo que podría ofrecer la agencia, como se puede leer en este párrafo extraído del informe:

«La continua expansión del trabajo relacionado con la tecnología depende de la capacidad del Gobierno para contratar y retener a ciberespecialistas. El GCHQ previamente nos dijo que lucha por atraer y retener un cuadro adecuado y suficiente de especialistas técnicos internos porque inevitablemente tiene que competir con las grandes empresas tecnológicas que son capaces de pagar significativamente más. En 2013, nos dijeron que el GCHQ había implementado paquetes de recompensas más flexibles para los especialistas técnicos. Ahora que esto ha tenido tiempo de establecerse, nos preguntamos si estaba teniendo el efecto deseado. El GCHQ nos informó de que «[esto] ha funcionado hasta cierto punto. Frenó el flujo de personas que salían en determinadas áreas en determinadas etapas de su carrera», pero que «perdemos a personas por salarios. No podríamos competir con cuatro, cinco veces más de lo que ellos están recibiendo de nosotros»».

¿Y qué tan grave es la situación para este servicio de inteligencia? Pues según lo que el mismo GCHQ reportó en 2015, por entonces tenían un déficit del 22% en reclutamiento. Fue por ello que incrementaron el número de personas encargadas de investigar y evaluar al personal potencial, subiendo hasta 51 personas en junio de 2016. Hoy por hoy, aspiran a llegar a 110 evaluadores durante este año. En cuanto al personal destinado a ciberseguridad, quieren aumentar su plantilla en un 14% durante los próximos 4 años, esperando alcanzar las 6.639 personas en marzo de 2020.