Hace unos días, hablábamos del rediseño de Gmail que se avecina. Un rediseño que no solo es estético (lo cual siempre es importante), sino que parece que vendrá con nuevas e interesantes funcionalidades. Pues bien, no mucho después, se supo que estas van a ser más de las que se pensaba en un principio.

Al parecer, el nuevo Gmail incluirá lo que se ha denominado como «modo confidencial», una funcionalidad que permite aplicar restricciones a un mensaje de correo de manera que el destinatario no pueda reenviar el contenido, copiarlo y pegarlo, descargarlo o imprimirlo.

Dentro de las características especiales de este modo, también se podrá asignar fecha de caducidad a los mensajes para que, después de un cierto tiempo, estos se autodestruyan en plan película de espías de los 70 (pero virtualmente, claro). Esta fecha se asignará de manera relativa (después de 1 semana, 1 mes, varios años, etc.). Según explican desde TechCrunch, el funcionamiento de esta característica sería similar al que tiene en el servicio ProtonMail: cuando el mensaje se venza, desaparecerá de la bandeja de entrada del destinatario y de la de salida del remitente.

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Adicionalmente, se puede incluir el requerimiento de un código de acceso para poder abrir el correo, el cual será generado automáticamente por Google y enviado a través de SMS. Es decir, que sería como aplicar una variante del sistema de identificación en 2 pasos que se emplea como medida de seguridad en muchos servicios (como Facebook, Twitter o el mismo Google).

En TechCrunch comentan que, a pesar de que el modo confidencial limita las diferentes formas de replicar o copiar el contenido del mensaje, todavía es posible hacer una captura de pantalla sin ningún problema, así que habrá que ver si desde Google son capaces de solventar esto antes de que dicho modo vea la luz de manera oficial.

Por otra parte, en la publicación también se plantean de manera válida si esta funcionalidad funcionará también con clientes de terceros (o más bien, cómo lo hará) y, sobre todo, con usuarios que no sean de Gmail. Al parecer, la solución a esto último pasa por pedir abrir sesión en Google para acceder al mensaje confidencial, lo cual, en estos tiempos en los que los comportamientos de las grandes empresas en materia de privacidad están en entredicho, puede despertar algunas susceptibilidades.

En cualquier caso, al menos entre usuarios de Gmail, se trata una característica muy interesante, que nos permite añadir una capa extra de seguridad a nuestras comunicaciones. Por el momento, no está claro si será algo que se estrenará junto con el rediseño o si vendrá poco después, pero igualmente parece que terminará apareciendo tarde o temprano.