En un cómic de Wonder Woman (Earth One, para los interesados), la amazona se escandaliza al comprobar que unas mujeres en el hospital están muriendo sin que nadie se esté ocupando de documentar sus vidas. Para ella, es una tragedia que se vaya a perder toda la sabiduría y conocimientos que han acumulado durante su existencia.
Esta tragedia será evitable en el futuro, o al menos así opina Tom Gruber, cofundador de Siri y ahora miembro de Apple. Según Gruber, la tecnología permitirá documentar toda nuestra vida con facilidad, tal y como explicó en la conferencia TED 2017 celebrada en Vancouver Canadá.
En el escenario, Gruber dijo que «Creo que la IA [Inteligencia Artificial] hará realidad el realce de la memoria personal. Pienso que es inevitable». Y añadió que lo que no sabe es cuándo o cómo sucederá. También señaló otras aplicaciones positivas para la IA, como la detección del cáncer y, por supuesto, su utilidad para crear asistentes personales.
Su visión es que las computadoras tendrán la capacidad de registrar todo lo que sucede en nuestras vidas, permitiéndonos recordar a cada persona que conocimos, junto con sus deportes favoritos, los miembros de su familia y la pronunciación correcta de sus nombres.
Sin embargo, también puso bastante énfasis en lo que es la preocupación de muchos ante un panorama así: la necesidad de que los datos que se recojan sean seguros, además de la necesidad de elegir lo que se recuerda y retiene y lo que no.
Gruber dijo imaginar que este tipo de tecnología no sólo será útil para aquellos que quieren optimizar su salud y felicidad por medio de datos, sino que también podría ayudar a aquellos que sufren de enfermedades como demencia y esquizofrenia. A su juicio, «es la diferencia entre una vida de aislamiento y una de dignidad y conexión».
Son muchas las historias de ciencia ficción que han abordado el lado negativo de la tecnología como herramienta para almacenar información de todo lo que hay en nuestras vidas. Entre ellas está un capítulo de la serie inglesa «Black Mirror», que muestra el aspecto más amargo de algo del estilo de lo que habla Gruber. Pero más allá de la imaginación, que saludablemente nos muestra la cara oscura de lo que muchas veces nos quieren vender como inocuo, el dudoso actuar de algunas compañías en más de una ocasión justifican el miedo o, por lo menos, el recelo hacia el uso de la tecnología con esos objetivos.
Sin embargo, dejarnos llevar por esos prejuicios puede ser tan negativo como simplemente abrazar toda innovación sin cuestionarla. Toda tecnología tiene un lado bueno y uno malo, y para avanzar como sociedad debemos, por supuesto, aprovecharnos de sus beneficios, pero sin dejar de buscar la forma de resolver o, a ser posible, evitar los daños que pueda ocasionar.
