Anunciada hace más de un año, el pasado 22 de enero por fin se abrió al público la primera tienda física Amazon Go en Seattle, centro neurálgico de la gran compañía. Sí, nos referimos a aquella tienda de la que se habló por doquier debido a su principal característica: carecer de cajeros que te cobren lo que compras.

A pesar de su año de retraso (se anunció que empezaría a funcionar a inicios de 2017), o quizá precisamente por ello, su apertura despertó expectación e, irónicamente, la tienda pensada para no tener colas tuvo una en su exterior llena de gente deseosa de probar la experiencia que prometen desde la compañía de Jeff Bezos.

El atractivo de la tienda no está en lo que vende, pues lo que hay allí no es nada espectacular: es básicamente una tienda de alimentación. Se pueden comprar kits de comida de la marca Amazon, alimentos preparados para llevar y productos de las propias marcas de la compañía como Happy Belly y Whole Foods 365. Pero claro, lo interesante no es lo que se vende, sino cómo se vende.

Así funciona la tienda

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Imagen: Seattle Times

Cómo es de suponer, para poder comprar en la tienda Amazon Go debes contar con una cuenta en Amazon. Y debes llevar tu celular contigo, pues será por medio de él que te identificarás: al momento de entrar, pasas por un torno donde debes escanear un código que aparece en la pantalla de tu dispositivo.

A partir de ahí, el proceso de compra es tan sencillo como coger lo que quieras y salir con ello de la tienda, sin necesidad de esperar a que nadie te cobre. El pago lo realizas de manera automática.

¿Y cómo se sabe qué y cuánto has cogido? Pues gracias a la tecnología que han implementado. Esta consta de decenas de cámaras colocadas en el techo de la tienda, de manera que todo el local está cubierto desde varios ángulos sin que haya punto ciego alguno. Junto a estas, hay otras cámaras de detección de profundidad y sensores de peso bastante precisos en las perchas donde están colocados los productos.

Con todas estas herramientas, se realiza una identificación de cada cliente (por su ropa, por ejemplo), asociándolo con su cuenta y registrando los productos que coge. Cuando sale, el sistema los carga a su cuenta. Algo bastante llamativo es que, dentro de este sistema al que han llamado «just walk out technology» (tecnología de solo salir), no han empleado en ningún momento reconocimiento facial.

De cara al público, en toda la tienda solo hay un empleado: es el que se encuentra en la sección de bebidas alcohólicas para pedir las identificaciones pertinentes para coger el producto. Pero más allá de eso, la interacción con otros seres humanos que no sean compradores es completamente nula.

Y todo esto… ¿funciona?

Pues al parecer, sí. Desde Amazon les contaron a la gente de TechCrunch que, incluso si alguien es capaz de tapar una o varias cámaras o si algunas dejan de funcionar, el sistema puede seguir identificando a cada cliente. Ahora bien, desde la compañía son conscientes de que se pueden producir errores, por lo que desde el principio dan por sentadas ciertas pequeñas pérdidas, ya se por problemas técnicos o porque alguien haya conseguido engañar al sistema de alguna forma.

Sin embargo, esto no les preocupa. Según declararon a la misma publicación, desde la empresa consideran que la mayoría de gente no roba, y el sistema está diseñado para la mayoría de gente.

De hecho,  tras el primer día de funcionamiento algunos medios señalaron que se habían producido errores en los que no se habían cobrado algunos productos. La respuesta de Amazon, a través de la vicepresidenta de Amazon Go Gianna Puerini, fue que sí, estos errores se producen, pero que pasan en tan pocas ocasiones que ni siquiera se han molestado en resolverlos ni en crear una forma en la que los usuarios puedan alertar de ellos.

Es de suponer que ellos ya eran conscientes de estos fallos. Al fin y al cabo, la tienda estuvo en un estado beta durante un tiempo, contando con la participación de empleados para realizar las pruebas pertinentes. Así que se puede afirmar que no hay duda de que saben lo que están diciendo.

A partir de este punto, solo queda ver como se desenvuelve la tienda ante un uso real y cotidiano. Los planes de Amazon eran abrir 2 mil tiendas como esta en todo el país, y no sería de extrañar que en algún momento pensasen en expandirlas en el extranjero. Además, también es posible que, a medida que vayan refinando la tecnología, la implementen en tiendas vendiendo otro tipo de productos.