Tras la crisis de 2008, lo que se conoce como fintech (tecnología financiera) irrumpió con fuerza en el panorama mundial. Su impacto desde entonces ha ido aumentando cada vez más, especialmente en nuestra región don de se ha visto un crecimiento en los emprendimientos de este tipo junto con las inversiones que los apoyan. Pero su influencia en el mundo de las finanzas está cambiando.
La razón principal es que la industria fintech ya no se distingue con claridad de los servicios financieros propiamente dichos y se está enraizando más en las finanzas convencionales, algo que apuntaría hacia una integración más completa. De ella, estamos viendo en estos momentos las primeras etapas.
Por ejemplo, la financiación se está distribuyendo cada vez de forma internacional, y las nuevas empresas están haciendo los ajustes necesarios para demostrar su sostenibilidad. La mayoría de los segmentos de fintech que estaban en ascenso hace un año han seguido creciendo y haciéndose más valiosos para el sistema financiero en general, aunque en varias categorías han tenido que hacer ajustes para mantenerse, como en el caso de los neobancos, robo-asesores y prestamistas alternativos.
Por otro lado, algunas categorías han descubierto que las condiciones actuales se adaptan bien a sus modelos originales y están viendo en gran medida que prosperan adecuadamente. Hablamos de regtechs, insurtechs, y fintechs de pagos. Al mismo tiempo, la innovación y el dinamismo siguen vivos también en el sector fintech, como se demuestra con la aparición de nuevas categorías emergentes.
Sin embargo, los operadores tradicionales han reaccionado de una forma más proactiva a como lo hicieron en otros sectores en casos similares. Han actualizado sus canales de atención al consumidor, sus sistemas back-end y sus operaciones comerciales en general. Pero no solo eso, sino que la mayoría se han dado cuenta de que la mejor manera de adaptarse es trabajar junto con las empresas que están transformando su entorno, ya sea por asociaciones o por adquisiciones de compañías completas.
Esta transformación a ser parte integral del sistema financiero ha sido observada por Business Insider Intelligence en su informe dedicado al fintech. En la apreciación de su grupo de expertos, la integración sería en general irreversible y la industria de tecnología de punta estaría a punto de convertirse en un componente esencial del ecosistema más amplio de servicios financieros. Ahora bien, es probable que antes de hacerlo, deba pasar por un ciclo crediticio completo y, principalmente, sobrevivir a una recesión económica como la que preparó el terreno para su llegada en 2008. O sea, que tiene un duro reto por delante.
