ŪPor todos son conocidas las intenciones de Mark Zuckerberg de llevar conexión a Internet a cualquier rincón del mundo. Este, en principio, loable propósito ha sido cuestionado con dureza desde varios frentes debido a sus limitaciones de acceso (Facebook y unas cuantas páginas más), pero por el momento es algo que vamos a dejar de lado ya que en esta ocasión es momento de centrarnos en la tecnología que se está desarrollando para conseguir dicho objetivo.

Y es que hace unos días, Zuckerberg compartió desde su red social el vídeo del primer vuelo de uno de los drones de la flota concebida para brindar la conectividad ofrecida por el proyecto. Este vuelo se realizó el 28 de junio, aunque había sido precedido por algunas pruebas realizadas durante el mes de mayo. Aquí está el vídeo en cuestión:

Este dron, bautizado como Aquila, funciona por medio de energía solar y consiguió en este primer vuelo permanecer en el aire durante 96 minutos, a pesar de que el tiempo que se tenía planeado en un principio era de tan solo 30. Según explica el mismo Zuckerberg, las cosas estaban yendo tan bien que decidieron sobrepasar el tiempo establecido, lo cuál les ha permitido reunir una gran cantidad de datos acerca de sus modelos y de la estructura de la aeronave.

Llegar a conseguir esto ha llevado dos años de trabajo y aunque es un logro importante, parece que quedan todavía muchas cosas que hacer para conseguir el objetivo que se han fijado: una flota de Aquilas volando a 60.000 pies de altura (poco más de 18.000 metros), comunicándose entre sí por medio de láseres y con la capacidad de permanecer en el aire durante 90 días. Cada uno de los drones transmitiría una señal en un radio de 60 millas (unos 96 km) la cual llegaría hasta unas torres situadas en tierra que la difundirían por medio de redes LTE o WiFi.

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Aquila tiene una envergadura mayor a la de un Boeing 737 y debido a que es muy alargado, es también muy lento, volando a una velocidad de 80 millas por hora (unos 128 km/h), la cual es la velocidad ideal para poder estar meses en el aire. El cuerpo del avión está construido con un material compuesto de fibra de carbono y pesa menos de 1.000 libras (algo más de 450 kilos) que viene a ser más o menos lo mismo que un piano de cola o un tercio de un coche eléctrico. De todas formas, uno de los desafíos que enfrentan es reducir aún más su peso.

La mitad de su masa está consagrada a las baterías, consumiendo 5.000 w. a una altura de 60.000 pies, que es lo mismo que consumen tres secadores de pelo. También están tratando de hacer los sistemas más eficientes en este sentido porque hay que considerar que la energía solar que recoge Aquila durante el día debe servir también para mantenerle en funcionamiento durante la noche.

Como hemos dicho al principio, dejando al margen los cuestionamientos al proyecto, lo cierto es que los avances tecnológicos que se están realizando para llevarlo a cabo son impresionantes, y eso es siempre una buena noticia. Habrá que estar atentos para ver como evoluciona y a qué ritmo. Mientras tanto, si quieres conocer todo lo que los ingenieros han aprendido de este primer vuelo, puedes revisar lo que publicaron al respecto aquí.