Esta selfie de unos pingüinos te robará el corazón

Esto de los selfies se nos está yendo de las manos. Como si no tuviésemos suficiente con estar haciendo posturitas en las redes sociales día sí y día también, estamos contagiando al resto del mundo animal.

¿Estoy exagerando? Solo hay que echar un vistazo por Facebook o por Instagram, que pronto empiezan a aparecer autorretratos tomados por todo tipo de animales. Y, por supuesto, están los casos más sonados, como el de la macaca Naruto en 2011 o el del elefante tailandés que se tomó lo que el dueño de la cámara bautizó como «elfie».


En esta ocasión, los protagonistas del último selfie animalesco que se ha hecho viral han sido unos pingüinos emperador que se grabaron de manera involuntaria en la Antártida, concretamente en Auster Rookery, cerca de la estación de investigación Mawson de Australia. Las aves dieron con la cámara que Eddie Gault, miembro de la expedición australiana a la Antártida, había instalado y parece que decidieron que era una oportunidad que no podían desaprovechar para actualizar su Instagram. Entra vídeo:

Ya en serio: la grabación no fue activada por los pingüinos, sino que la cámara estaba grabando cuando ellos se aproximaron para averiguar qué era ese trasto que estaba ahí. Al fin y al cabo, se trata de aves muy curiosas.

Por otra parte, por fortuna para la expedición, el hecho de que la cámara estuviese activa antes y que no la activasen los pingüinos es algo que les permitirá ahorrarse un conflicto en materia de derechos de autor como el que se produjo en el caso de Naruto.

Como señalan en el Washington Post, no se trata del primer selfie de un pingüino: en 2013, un pingüino papúa se tomó una foto épica de sí mismo, también en la Antártida, usando la cámara GoPro de una compañía de cruceros canadiense. Y el resultado la verdad es que no se corresponde con la pacífica imagen que solemos tener de esos animales. De hecho, hasta intimida un poco, como se puede ver en la imagen proveniente del Twitter de la expedición:

pinguino-papua