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El nombre de Chernóbil es uno que despierta trágicos ecos en nuestra memoria. Está asociado a dos términos: «tragedia» y «energía nuclear». Y es posible que dentro de poco sea asociado de nuevo al de «energía», pero en esta ocasión a una mucho más limpia y segura: la energía solar.

Debido al accidente ocurrido en 1986, el área en torno a la central nuclear de Chernóbil ofrece en la actualidad un panorama desolado, incapaz de ser utilizado para al agricultura. Sin embargo, el hecho de que las líneas eléctricas estén todavía conectadas en la zona evacuada hacen que esta sea ideal para que sea aprovechada para la generación de energía renovable.

Así lo han visto dos compañías, Rodina Energy Group y Enerparc Ag, que se han embarcado en un proyecto de 1,2 millones de dólares para colocar paneles solares capaces de generar hasta un megavatio de energía cada uno cerca del reactor desactivado. Lo harán aprovechando el plan de reurbanización del gobierno ucraniano, que ofrece a bajo precio más de 2.500 kilómetros cuadrados de terreno.

Según declaró a Bloomberg el CEO de Rodina Energy, Evgeny Variagin, «Poco a poco queremos optimizar la zona de Chernóbil. No debería ser un agujero negro en medio de Ucrania. Nuestro proyecto está a más de 300 pies [90 metros] del reactor».

El proyecto desarrollado entre ambas compañías podría llegar a generar hasta 100 megavatios, lo que sería tan solo una pequeña fracción de la capacidad de la central nuclear cuando estaba en funcionamiento: los 4 reactores activos en el momento del accidente eran capaces de generar un gigavatio cada uno. Sin embargo, no se trata de igual esa potencia, sino de aprovechar el potencial de un espacio que en la actualidad está desperdiciado.

No es este el único proyecto que pretende hacer algo así en la zona. Según Bloomberg, empresas de Francia y China están interesadas en construir parques solares en el suelo rehabilitado. En particular, Engie SA en Francia está «llevando a cabo una prueba de pre-factibilidad con un proyecto del tamaño de un gigavatio en mente».

Lo sucedido en Chernóbil y en Fukushima fueron las 2 mayores catástrofes nucleares de la historia de la humanidad, ambas con una clasificación de nivel 7, que es la más alta para un accidente energético. El diseño defectuoso del reactor junto con trabajadores que no habían sido bien entrenados en materia de seguridad terminó siendo una combinación fatal. El vapor causó múltiples explosiones y el fuego se extendió rápidamente por la zona. Murieron más de 30 personas en los primeros 3 meses y las secuelas afectaron a un sinnúmero de víctimas hasta la fecha. Años más tarde, Chernóbil cuenta ahora con zonas de seguridad con unos 50 kilómetros cuadrados alrededor del desastre aún bloqueados.

Es de esperar que las 2 empresas provean de la seguridad imprescindible a los trabajadores de construcción y de mantenimiento a la hora de desenvolverse en este peligroso ambiente. Dado que parte de la estructura del reactor todavía sigue en pie, un colapso podría generar aún más contaminación, Es por ello que, no hace mucho, se construyó un nuevo refugio metálico de alta tecnología alrededor del área contaminada para que no haya fugas de radiactividad.