Ya hemos dicho que, en las entrevistas que solemos hacer a actores del panorama tecnológico ecuatoriano, solemos encontrarnos con un patrón: la afirmación por parte de las empresas acerca del recelo del usuario nacional al consumo a través de Internet. Sin embargo, al mismo tiempo estas empresas siempre añaden que en los últimos tiempos esto ha empezado a cambiar.

Esto último es lo que se vería reflejado en el estudio «Antecedentes y Situación del e-commerce en Ecuador», realizado por la Universidad Espíritu Santo con el apoyo de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico y once empresas privadas. El estudio se desarrolló durante los meses de agosto y septiembre de este año, con una la participación de una muestra de 1.284 personas residentes en el país y demográficamente balanceadas.

En dicho estudio se afirma que el 35% de los ecuatorianos adquieren productos o servicios por Internet con regularidad, mientras que el 34% lo hace «algunas veces» y el 31% «rara vez o nunca». En cuanto al perfil de los compradores online, si nos fijamos en los porcentajes más altos, tenemos que:

  • El 55% son mujeres
  • El 60% tiene educación universitaria
  • El 40% tiene una edad comprendida entre 26 y 33 años
  • El 57% tiene un nivel socioeconómico medio

Entre las motivaciones que tienen estos usuarios para comprar en línea, nos encontramos con que las tres principales son «Contar con garantía de devolución o cambio» (53%), «Garantía de confidencialidad de la información» (41%) y «Más información de cómo comprar» (29%).

En cuanto a las fuentes de información para realizar la compra, el 70% afirma que estas son amigos, conocidos y familiares. A continuación, el 53% obtiene información a través de los sitios web de las marcas y el 52% de los comentarios online de otros clientes acerca de su experiencia. Cabe resaltar que los buscadores son las opciones menos consultadas con tan solo un 20%, estando por debajo incluso de la información provista por la tienda física.

Qué y cómo compran los ecuatorianos

El estudio, que es bastante prolijo, detalla también cuáles son los productos y servicios que los ecuatorianos compran a través de Internet.

En lo que se refiere a bienes personales, los porcentajes son los siguientes:

  • El 88% compra ropa y prendas de vestir
  • El 79%, accesorios de vestir
  • El 77%, calzado
  • El 72% cosméticos, perfumería y artículos de belleza en general

En cuanto a bienes no personales:

  • El 73% compra artículos electrónicos
  • El 70% compra artículos relacionados con la computación
  • El 66%, celulares
  • El 58%, juguetes
  • El 58%, libros
  • El 44%, medicamentos

En cuanto a productos del hogar:

  • El 51% compra mobiliario y decoración
  • El 37%, productos de supermercados
  • El 28%, materiales de construcción

Por último, en cuanto a servicios:

  • El 87% compra pasajes de viaje
  • El 85% hace reservas en hoteles
  • El 84% compra entradas para cine, teatro y eventos
  • El 63% paga por educación online
  • El 63% compra comida rápida

Ahora, en lo que se refiere al dispositivo desde donde se hacen las compras, se da un dato curioso: mientras que la mayoría de los entrevistados (un 64%) se conecta a Internet principalmente desde el celular, un 19% desde el portátil y un 10% desde la computadora de escritorio, mayoritariamente las compras se hacen desde el portatil: un 43%. Le sigue el celular, con un 25%, y luego muy de cerca viene la computadora de escritorio, con un 23%.

En cuanto al medio de pago, el 61% emplea la tarjeta de crédito, el 17% paga con la de débito y un significativo 10% lo hace por PayPal. La razón de estos porcentajes puede encontrarse en que hacen compras online con más frecuencia las realizan más en portales internacionales que en tiendas nacionales.

Un estudio muy detallado

En verdad, es de agradecer que podamos contar con cifras relativas al mercado ecuatoriano en lo que se refiere al entorno online. Aquí ya hemos dicho en más de una ocasión que sin duda ese es uno de los problemas que enfrentamos a la hora de hablar y conocer el mundo digital de nuestro país: la falta de datos.

El estudio contiene mucha más información que vale la pena, pero que no hemos cubierto para no extendernos en exceso. Si deseas conocer todo lo que incluye, y te recomendamos que lo hagas, puedes consultarlo online.