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Aunque el acoso a través de medios de comunicación digitales no es que sea una situación nueva, la popularización de las redes sociales ha empujado a muchos servicios a que tomen medidas activas que faciliten la manera en la que cualquier usuario puede lidiar con tan desagradable tesitura. En el caso de Facebook, la red social anunció no hace mucho la incorporación de nuevas herramientas tanto en el propio Facebook como en Messenger.

Estas no han sido diseñadas por la empresa en solitario, sino que para su desarrollo ha contado con la participación de usuarios y organizaciones relacionadas con grupos que experimentan mayores niveles de acoso en línea, como es el caso de mujeres y periodistas.

La primera de ellas es de carácter interno, pues se han incrementado las medidas de seguridad para impedir la creación de cuentas falsas. Para ello, ahora se tienen en cuenta diversas señales adicionales, entre ellas las direcciones IP, para que resulte más difícil crearlas. Esta medida ayuda a prevenir el contacto no deseado con personas que hayamos bloqueado previamente por acoso, de manera que el mismo individuo no pueda crear una nueva cuenta para agregar otra vez al acosado.

La segunda herramienta es sutil pero está al alcance de la mano de cualquiera. Se trata de una función de ignorar que permite silenciar una conversación sin que el otro usuario sepa que ha sido silenciado. Al marcar la conversación con «ignorar», toda ella pasa una sección de mensajes filtrados y se desactivan las notificaciones de nuevos mensajes. Desde esa sección, se puede leer los mensajes sin que el otro usuario sepa si son leídos o no.

El objetivo de que esta función permita ver los mensajes de acoso es que  veces es útil acceder a ellos para ver si existe peligro de que la situación esté escalando en gravedad, además de que puede resultar práctico de cara a tomar medidas legales (aunque es de suponer que esto es algo que depende de cada legislación). Al principio, esta característica solo está disponible para conversaciones individuales, pero terminará llegando también a los mensajes grupales.

Por mucho que Facebook prohíba el acoso en su red, e incluso a pesar de que el contenido se elimine o se deshabiliten cuentas, hay formas de evitar las medidas del servicio, de manera que resulta relativamente sencillo que las cosas se escapen del control de las funciones automatizadas. Ojalá que estas herramientas, aunque en principio modestas, contribuyan de forma efectiva a hacer de la red social un mejor lugar y a controlar los casos de abusos.