A estas alturas del partido, parece que ya resulta oportuno dar carta de naturaleza a la expresión de la «guerra de la nube», viendo como los grandes empresas están poniendo un gran empeño en los servicios de este tipo que ofrecen. Y es que no se trata solo de que hagan grandes inversiones, sino también de que están obteniendo grandes rendimientos.

Ese es el caso de un viejo conocido en el mundo de la tecnología: Microsoft. El que fue (y sigue siendo) principalmente conocido por su sistema operativo Windows, empezó hace tiempo un viraje hacia los servicios en la nube que, a la luz de los últimos números publicados, se ha mostrado como una estrategia exitosa.

De acuerdo al más reciente informe de ganancias que han presentado los de Redmond, los ingresos anuales se sitúan en 18.900 millones dólares. Es importante señalar que esta cifra es una estimación de cuánto ingresaría la empresa a lo largo de todo este año si continúa a su ritmo actual. Pero la cifra es igual de impresionante si nos fijamos solo en el segundo trimestre, donde ingresaron 14 mil millones de dólares.

Estas tremendas ganancias son lideradas por la plataforma Azure y la cada vez más popular suite de productividad Office 365 y están enmarcadas en una tendencia constante desde 2015. Que el movimiento se ha revelado como el más adecuado se refuerza al comparar las cifras con las de hace dos años, siendo estas estimaciones actuales más del doble de entonces.

Además de lo que representa para Microsoft, es importante señalar lo que representa también para su CEO, Satya Nadella. De acuerdo a las proyecciones realizadas desde Statista, Nadella va camino de cumplir la promesa que hizo en 2015: que el negocio de la nube de la empresa alcanzaría los 20 mil millones de dólares en ingresos al final del año fiscal de 2018.

Con esto, Nadella se consolida también como una buena elección para CEO. Hasta el momento, su gestión se ha demostrado eficiente y a empezado a llevar a Microsoft por rumbos no solamente más interesantes a nivel de tecnología de consumo, sino también a nivel económico, consiguiendo ir dejando a un lado la dependencia de las ventas de computadoras con Windows instalado.