Cómo ha cambiado el mercado de smartphones desde el 2010 hasta ahora

Si algo ha caracterizado (y, de hecho, caracteriza) a esta década en la que nos encontramos es la presencia de los teléfonos inteligentes como un elemento integrado de tal manera en nuestras vidas que, para algunas personas, es algo imprescindible.

Al volver la vista atrás a 2010, podemos observar cómo ha cambiado el mercado desde entonces hasta ahora. Y, dejando al margen la normal evolución tecnológica que ha habido en los productos, se pueden apreciar dos cosas principalmente: un incremento y una reducción.

El incremento viene por el lado del número de unidades vendidas. En el caso de teléfonos Android, que es el sistema con una mayor cuota de mercado, se ha pasado a vender 4 veces más en 2017 que en 2010, alcanzando la escalofriante cifra de 1.300 millones de celulares. A inicios de la década, este número era mucho más pequeño: 297 millones de unidades.

Ahora bien, la reducción viene por el lado de la diversidad. Mientras que, en 2010, los dispositivos hacían uso de más de 4 sistemas operativos, en la actualidad tan solo existen 2 actores: Android y iOS. Y recordemos que este último está tan solo limitado a los productos de Apple. Sí, hay otras opciones, pero el término «marginales» se queda corto para hablar de su impacto.

En 2010, la cuota de mercado para cada sistema operativo era la siguiente:

  • Android: 22,7%
  • iOS: 15,7%
  • BlackBerry: 14%
  • Windows Phone: 4,2%
  • Otros: 41,5%

En 2017, dicha cuota se ha quedado reducida a esto:

  • Android: 83,9%
  • iOS: 16%
  • BlackBerry: 0%
  • Windows Phone: 0%
  • Otros: 0,1%

Como podemos observar, Android ha acaparado el mercado de smartphones con una rotundidad apabullante. Ninguna de las propuestas existentes hace 8 años han conseguido resistir su avance imparable (menos iOS, pero por sus razones particulares), el cual se ha terminado llevando por delante, al menos en el área móvil, a compañías tan potentes como BlackBerry (especializada ahora en seguridad) y Microsoft (centrada ahora en la nube).

El secreto del éxito de Android lo sabemos todos: el significativo ahorro en desarrollo de software que significa para cualquier fabricante usarlo en sus dispositivos. Google lo da todo hecho y, a lo más, lo que se introducen son modificaciones particulares para ciertas especificaciones y capas de personalización. Además, que el sistema continúe evolucionando más allá de simples actualizaciones como soporte y seguridad ayuda a que los fabricantes tengan una base más que sólida para todas sus gamas de equipos, en especial para la alta.

Por otro lado, que solo sean 2 las plataformas presentes en el entorno móvil también beneficia a los desarrolladores, ya que resulta más fácil crear y mantener aplicaciones que abarquen prácticamente todo el mercado. Esto, a su vez, beneficia a los usuarios, ya que los desarrolladores, al solo tener que mantener como mucho 2 versiones, pueden emplear más tiempo en mejorarlas, incorporar novedades o incluso desarrollar otras aplicaciones.

¿El lado malo? Que estamos en manos de 2 compañías y que desplazarlas es, hoy por hoy, prácticamente inconcebible y por lo tanto nuestras opciones están limitadas como consumidores. Haría falta un gran músculo financiero para conseguirlo y se puede prever que esta situación no vaya a cambiar al menos dentro del corto o el mediano plazo.