Cómo elegir la mejor contraseña

El formato más común para crear una contraseña suele ser la de emplear una serie de caracteres que tengan cierto sentido (para que los podamos recordar), sustituyendo letras por signos y números para brindarle una mayor solidez. Sin embargo, como señalan desde Business Insider, hay formas mejores construir una contraseña segura.

Lo que ellos recomiendan es emplear lo que en inglés se denomina como passphrase o «frase de contraseña» en traducción literal. Se trata de una cadena de palabras no relacionadas entre sí que no solo tiene la ventaja de que puede resultar más fácil de recordar que una con caracteres complejos, sino que además resulta más difícil de hackear.

El ejemplo que utilizan es «botella baseball tiburón trofeo» («Bottle baseball shark trophy»). O mejor dicho, «botellabaseballtiburontrofeo». Este ejemplo combina palabras fáciles de recordar con una longitud más que aceptable para dificultar su descubrimiento por medio de los métodos habituales.

Hay que considerar que los hackers normalmente utilizan un software especial que permite ir haciendo millones de pruebas para adivinar una contraseña durante un período de tiempo muy corto. Que sea larga, ayuda a que la contraseña sea más difícil de descifrar.

Por ejemplo, las contraseñas de 11 caracteres le toman a una computadora 3 días poder descifrarlas, contando con que haya mil intentos por segundo, que es lo normal. Ahora bien, la contraseña del ejemplo en inglés («bottlebaseballsharktrophy», 25 caracteres) le tomaría al mismo sistema 550 años descrifrarla.

Usar en estas contraseñas símbolos, números y letras sí puede contribuir a que sea un poco más segura. Pero el software más avanzado disponible también puede ubicar fácilmente estos símbolos, por lo que debemos darle más importancia a la longitud que a la sustitución de unos caracteres por otros.

Por lo tanto, ya sabes: para la próxima vez que tengas que crear una nueva contraseña (algo que deberías hacer con frecuencia), usa una passphrase o «frase de contraseña». Es más compleja pero fácil de recordar y, sobre todo, es más larga. Y dado que las palabras en español suelen ser más largas que en inglés, nuestro lenguaje hace más sencillo que alcanzar el objetivo de una buena longitud.

Pero sobre todo, recuerda algo: ninguna contraseña es completamente segura. No hay nada invulnerable sobre la faz de la Tierra, pero siempre se lo puedes poner más difícil a los amigos de los datos ajenos con solo dedicar un poco de tiempo a hacer una mejor elección para la primera capa de protección de tus cuentas.