¿Por qué China bloqueó a WhatsApp?

A mediados de julio, muchos usuarios de WhatsApp en China empezaron a informar de que estaban sufriendo cortes del servicio de manera intermitente. Poco después, a través de redes sociales como Twitter, también dieron a conocer que tanto imágenes como audios, que es el formato preferido en el país asiático, no se estaban entregando. ¿Qué estaba ocurriendo?

Desde WhatsApp, no hubo declaraciones al respecto. De hecho, declinaron hacerlas. Pero, según dicen en Bloomberg citando a una persona conocedora del tema, no era culpa suya. Era el gobierno, haciendo una vez más de las suyas.

Para Charlie Smith, esta acción va dirigida a intentar derivar más usuarios a WeChat. Smith es el seudónimo de uno de los cofundadores de GreatFire.org, una organización sin ánimo de lucro que monitoriza el estado de los sitios web censurados en China.

Según declaró a Bloomberg, «Las autoridades chinas quieren poder monitorear todas las comunicaciones en Internet. Al bloquear WhatsApp, limitan las opciones que los chinos tienen para enviar comunicaciones privadas y cifradas y obligan a más y más usuarios a adoptar WeChat como su aplicación de mensajería».

Pero, ¿por qué favorecer a WeChat? Es simple: WeChat es una de las aplicaciones de mensajería más populares en China. En ella, se le pide a sus usuarios que usen nombres reales, el contenido está muy censurado y no cuenta con cifrado. De ahí que, aunque WhatsApp no sea tan popular, sea preferido por algunas personas gracias a su cifrado y a que, por lo tanto, se le considera como menos supervisados que otras aplicaciones.

Sin embargo, esta no es la razón final. Hay algunas más para que se haya incrementado el nivel de vigilancia y censura. Y entre ellas está el XIX Congreso del Partido Comunista.

Misión: evitar un nuevo Tiananmen

Este Congreso se celebrará en este otoño, parece ser que en octubre aunque todavía no está definida la fecha exacta. Se trata de un evento políticamente delicado, en el cual es muy probable que se consolide la autoridad del presidente Xi Jinping, que a su vez es secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China.

A la sensibilidad o susceptibilidad de las autoridades chinas ante este evento, hay que añadirle otro suceso que despertó críticas contra el gigante asiático: la muerte de Liu Xiaobo. Xiaobo, que fue ganador del Premio Nobel de la Paz, es una figura problemática para el Partido Comunista debido, entre otras cosas, por su participación en las protestas de la Plaza de Tiananmen en 1989, según explicó Ronald Deibert, director de Citizen Lab. Deibert añadió, para contextualizar, que aquellas protestas surgieron del luto por la muerte de Hu Yaobang, otra persona que abogaba por una reforma en el gobierno y por una mayor transparencia.

El silencio absoluto en torno a la figura de Xiaobo que cayó en todo el país como una losa despertó críticas en todo el mundo. El Laboratorio Ciudadano de la Universidad de Toronto descubrió que incluso se estaban eliminando fotos relacionadas con Liu de los mensajes enviados a través de WeChat, siendo esta la primera vez que se encontró que se estaban filtrando imágenes en conversaciones de uno a uno.

Con todos estos datos, todo cuadra. Bloquear a WhatsApp tenía (o tiene, porque no está claro si su errático funcionamiento continúa hasta ahora) como misión empujar a sus usuarios hace WeChat para ejercer una censura más efectiva y evitar que se recuerde a Xiaobo, no vaya a ser que, como dijo Deibert, «el martirio que rodea a Liu puede estimular una acción colectiva similar» a la de Tiananmen.