Allbirds: los zapatos favoritos en Silicon Valley

A pesar de su aura mítica, Silicon Valley está poblada por humanos. Y como tales, están sujetos a las mismas cosas que el resto del mundo. Allí, como en todas partes, tienen sus usos, sus costumbres y también, por supuesto, sus modas.

Una de las que más se ha extendido en los últimos años ha sido el uso de Allbirds, un calzado que es considerado de manera oficiosa como los «zapatos más cómodos del mundo». Según el fabricante, el cofundador de Google, Larry Page, usa Allbirds. Y también lo hace el anterior CEO de Twitter, Dick Costolo, y los inversores de capital de riesgo Ben Horowitz y Mary Meeker.

Los Allbirds son zapatos hechos de lana y aceite de ricino. Es un calzado ultrapráctico con un estilo mínimalista. Su lana merino es ultra suave, flexible sin llegar a deformarse, y ayuda a autoregular la temperatura corporal, así como la humedad. Tienen una plantilla acolchada y una suela ligera con espuma de baja densidad patentada y una curva en S que imita la flexibilidad anatómica de su propio pie. También se pueden lavar a máquina.

En la actualidad, los Allbirds sólo cuentan con dos versiones: la «runner» y la «lounger». Ambos estilos, tanto para hombre como para mujer, están en un precio de $95. Recientemente, hacia finales de abril, sacaron una colección nueva en edición limitada con nuevos colores: «Sea», «Sunset» y «Sunshine».

Un zapato para pisar las calles de silicio

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Una de las razones de su éxito es sin duda esa comodidad que dijimos antes junto con el minimalismo de su estética. En Silicon Valley, los uniformes gustan porque son sinónimo de pragmatismo: destacar con un estilo personal en el mundo de la tecnología provoca cierto rechazo generalizado ya que implica tiempo dedicado a los placeres estéticos en lugar de al trabajo. Los líderes tecnológicos a menudo siguen estrictos códigos de vestimenta personal (como la famosa camiseta gris de Mark Zuckerberg), y los jóvenes empresarios estudian las claves de los medios sociales de los inversores de capital de riesgo, que tienden a seleccionar las inversiones en parte en función de quién se parece a ellos.

Si a esto le unimos que se trata de uno de los calzados más ecológicos que hay, gracias al ingenioso uso de materiales naturales como lana merino, fibras de árboles y botellas de agua recicladas, está claro que parecen unos zapatos hechos a medida para los habitantes del valle de silicio.

Según explicó al New York Times uno de los fundadores de Allbirds, Joey Zwillinger, «Uno de los peores ofensores del medio ambiente desde el punto de vista de los productos de consumo son los zapatos. No es la fabricación; son los materiales». De ahí que se esforzasen mucho en el impacto ambiental que causaría su producto.

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Pero para que el producto funcionase, la ecología no era suficiente. Por lo tanto, también pusieron empeño en que se tratase de un calzado cómodo, algo que lograron al hacerlos de una lana merino muy fina: cada hebra tiene 17.5 micrones de ancho. «Que es el 20 por ciento del ancho del cabello humano promedio», acotó Zwillinger.

A pesar de todo esto, los Allbirds no fueron un éxito de la noche a la mañana. Zwillinger y Tim Brown, el otro fundador, crearon la empresa en 2014, pero no fue hasta mediados de 2016 que, de pronto, Zwillinger se dio cuenta de que los líderes tecnológicos publicaban información sobre sus zapatos en Snapchat y Twitter. A partir de entonces, fueron creciendo en popularidad hasta llegar a lo que son ahora: la base sobre la que se asientan los grandes de la tecnología.

Así que, si tienes la suerte de ir a parar a Silicon Valley y quieres integrarte desde el primer día, hazte antes con un par de Allbirds. Seguro que te ayudarán a ir ganando puntos de cara a entablar contactos y generar interés en tu proyecto.