¿Alguna vez tendremos un cristal para teléfonos irrompible?

Cuando vamos a comprar un celular, nos fijamos en muchas cosas: las cámaras, la resolución, el almacenamiento… Pero si hay algo que damos por sentado la calidad del vidrio de la pantalla. Y damos por sentado dos cosas: por un lado, que el fabricante ha utilizado un material lo suficientemente resistente como para que el cristal pueda resistir los avatares más comunes del devenir diario; y por otro, que de todas formas, la pantalla sigue siendo la parte más expuesta de un teléfono y que, si se rompe, nos puede costar tanto como un terminal nuevo.

Las pantallas rotas son la causa principal de averías de un celular inteligente y, todavía a día de hoy, sigue siendo caro repararlas. En el caso de Apple, por ejemplo, reemplazar la pantalla del iPhone X cuesta (en EE. UU.) 279 dólares. En otros fabricantes y otros modelos, los precios no son tan altos, pero continúan siendo elevados.

Por suerte, el cristal de los equipos cada vez es más duro. Y si hay alguien a quien agradecer por esto esa es la empresa Corning, creadora del Gorilla Glass, un material sintético transparente que se ha convertido en sinónimo de resistencia. Su reputación (justificada) es tan alta que los fabricantes resaltan su uso cuando enumeran las especificaciones de los celulares.

El Gorilla Glass hizo su aparición hace ya más de 10 años y hasta hoy ha sido usado en más de 5 mil millones de dispositivos. Según explicó a Digital Trends John Bayne, vicepresidente y director general de Gorilla Glass en Corning, el problema que se propusieron resolver entonces en la compañía fue crear un material reforzado que no se arañe ni se rompa.

Ahora bien, ¿se ha logrado? Está claro que no. Pero, como el mismo Bayne explica, «es un objetivo en el que todavía estamos concentrados hoy, pero hemos hecho un progreso tremendo».

Grandes avances pero grandes retos planteados por la industria

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Podemos hacernos una idea de ese progreso por medio de la comparación que establecen en Digital Trends. Si usaramos el actual Gorilla Glass 5 en el mismo diseño de teléfono de hace diez años, la versión actual permitiría dejar caer al equipo desde una altura cuatro veces mayor que entonces.

En las pruebas realizadas en Corning, el Gorilla Glas 5 resiste caídas frontales desde lo que Bayne llama «selfie height» (podría traducirse como «altura selfie» haciendo referencia a los autoretratos que hacemos todos los usuarios). Esta altura se encuentra entre 1,6 y 1,8 metros y los equipos caen en las pruebas contra un papel e lija de grano 180 que pretende replicar el asfalto y el concreto.

Pero a pesar de todo lo que se ha avanzado, Corning continúa investigando y sacando nuevas versiones no solamente porque no se haya alcanzado la cima de la perfección en su proceso de elaboración del material, sino porque las nuevas tendencias y diseños en el mundo de los celulares plantean nuevos desafíos que deben enfrentar.

Y es que los fabricantes siguen ahora unas tendencias muy claras: pantallas cada vez más grandes, marcos cada vez más estrechos y equipos cada vez más delgados. Esto ocasiona que los beneficios obtenidos en términos de resistencia no se puedan apreciar al completo por parte del usuario, que puede pensar que en realidad el avance no ha sido tanto como se dice.

Además, hay que contar también con que cada vez se usa más cristal en diferentes partes de los terminales, no solo en la pantalla. Recordemos que el iPhone X tiene su parte posterior también de vidrio para poder permitir la carga inalámbrica.

La razón por la que el vidrio se rompe

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A día de hoy, no tenemos cristales irrompibles para nuestros teléfonos. Si eres cuidadoso con tu equipo y no se te cae mucho (es casi inevitable que esto ocurra), a lo mejor has llegado a pensar que tu pantalla es irrompible. Pero no, no es así. Es tan solo una cuestión de tiempo.

Según explica Bayne, las razones por las que un vidrio se rompen son dos: cuando el vidrio sufre un desperfecto y cuando ese desperfecto está bajo tensión. Y esto es aplicable a cualquier cristal del mundo durante cualquier periodo de la historia.

Bayne explica que «Cuando se te cae el teléfono y lo recoges para descubrir que el cristal está intacto, puedes considerarte afortunado pero ya han sembrado las semillas del desastre. Una caída contra el asfalto introduce un desperfecto que no puedes ver pero que llevará a una rotura más tarde. Las llaves en tu bolsillo pueden causar desperfectos microscópicos que debiliten el cristal. Cuando se ejerza presión sobre él, como la de una caída contra una superficie dura, esos desperfectos se verán afectados y el vidrio se agrietará o romperá».

Por lo tanto, las caídas tienen un efecto acumulativo en el vidrio. Todo es cuestión de cuantos desperfectos microscópicos puede aguantar el de tu pantalla hasta que una súbita presión los afecte y termine provocando una grieta.

Enfrentando los arañazos

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Los arañazos siguen siendo también un dolor de cabeza para los usuarios y, por lo tanto, los fabricantes buscan minimizar las posibilidades de que sus pantallas se rayen, pero no es tan sencillo. Por ejemplo, hace unos años se habló de que Apple pretendía usar cristal de zafiro en el iPhone 6 en lugar de Gorilla Glass, pero el problema con el zafiro era que, a pesar de que resistía mejor los arañazos, era más susceptible a romperse en caídas. De ahí que Apple se quedase con Corning.

Al parecer, no se pueden tener las dos cosas. Bayne cuenta que «Algunas cosas que le hacemos al vidrio mejora la resistencia tanto a caídas como a los arañazos, pero en algunos puntos tenemos que tomar decisiones». Debido a que el principal problema de los consumidores siguen siendo las pantallas rotas, en Corning han preferido priorizar la resistencia a caídas en las últimas generaciones de Gorilla Glass.

A pesar de esto, también es cierto que la empresa produce otra variedad de Gorilla que está enfocada más en resistir los arañazos: el Gorilla Glass SR+, que ofrece una mayor resistencia a ellos. Este se emplea principalmente en el mercado relojes inteligentes y se utilizó en el Samsung Gear S3 y en el Leap Ware de Acer.

Bayne cuenta que «Es un material compuesto, por lo que se obtiene la resistencia al daño de los Gorillas y se consigue una resistencia a los arañazos muy cercana al zafiro. También cuenta con algunas propiedades antirreflejos en las que los fabricantes están muy interesados».

Entonces, si esa versión es tan buena, ¿por qué no se usa en más dispositivos? Pues porque el proceso de fabricación es un poco más complejo y, por lo tanto, el coste del Gorilla Glass SR+ es más alto. Ahora bien, si Corning consigue reducir ese coste de manera que los fabricantes no tengan que incrementar el precio de sus equipos, es posible que terminemos viéndolo en los teléfonos del futuro.

Irrompible no, pero sí cada vez más resistente

Estando las cosas como están, y con la siguiente generación de Gorilla Glass, la 6, a un año de distancia, aunque los cristales irrompibles están lejos de hacerse realidad, lo cierto es que ha habido un progreso considerable en esta materia.

Además, no podemos olvidar el descubrimiento reciente que se realizó en Japón de un cristal que puede autorrepararse. En el caso de que las investigaciones realizadas por la universidad de Tokio prosperen de manera adecuada, se podría abrir una puerta muy prometedora para la solución al problema de las roturas, pero todavía es algo que está en estados muy tempranos.

En Corning continúan investigando en busca del cristal más resistente que exista. Por el momento, siguen priorizando la resistencia a las caídas por encima de los arañazos, y mientras se continúe con la tendencia de diseños más delgados y elegantes, no cambiarán de parecer.