A Mark Zuckerberg lo mejor que le pudo pasar es ser llamado al congreso

La estrategia ideada por Facebook para apaciguar los ánimos alterados por la crisis de Cambridge Analytica parece haber rendido buenos resultados. Y es que a pesar de que el mismísimo Zuckerberg tuviese que declarar ante las autoridades de Estados Unidos, se puede decir que estas han cumplido su cometido: devolver la fe en la compañía a los acciones. Por lo menos, a algunos.

Así es: tras sus comparecencias, el CEO de Facebook llegó a ser 3 mil millones de dólares más rico gracias a las participaciones que tiene en la empresa. Y la razón, claro, estuvo en que estas incrementaron su valor después de que pasase frente a los políticos estadounidenses.

Tras las declaraciones, Facebook parece haber conseguido frenar la caída en picado que estaba experimentando en bolsa. La red social llegó a su punto más bajo el 27 de marzo pasado, día en que la acción bajó a precios de inicios de julio del año pasado, tras unos 8 meses de ir alza casi de manera constante, salvo algunos tropezones, como puede verse en el siguiente gráfico:

acciones-facebook

La empresa sigue tocada, como se puede apreciar. Todavía no vuelve a los niveles anteriores a la crisis, pero observando la tendencia, eso podría producirse en algún momento de este año.

Ahora bien, aunque la recuperación sea una cuestión de tiempo, si esta no se ha acelerado quizá sea porque las intervenciones de Zuckerberg no fueron todo lo buenas que deberían haber sido. En algunos momentos se mostró errático e incluso llegó a decir 40 veces que no tenía respuesta a las preguntas que le hacían. Más allá de la falta de preparación que demostraron algunos senadores, compensada por aquellos que sí habían hecho los deberes, «Zuck» no consiguió mostrarse tan digno de confianza como se esfuerza en aparentar normalmente a través de sus publicaciones en su propio producto.

Como ya dijimos, Facebook no se va a ir a ninguna parte, no se va a desmoronar como un castillo de naipes después de lo sucedido, máxime cuando el impacto de la campaña #DeleteFacebook ha sido nimio, como sospechábamos que iba a ocurrir. Ahora bien, los efectos de la crisis no se va a desvanecer de un día para otro y todavía queda por ver que ocurrirá a nivel político, pues la amenaza de regulaciones muy específicas, con dedicatoria a la red social, sigue ahí presente.

En cualquier caso, se puede afirmar que declarar frente a los legisladores fue lo mejor que le pudo ocurrir a «Zuck». De no haberlo hecho, hubiera sido muy probable que su compañía hubiese continuado perdiendo valoración hasta alcanzar mínimos históricos.