7 consejos para mejorar el rendimiento de Windows 10

Si bien la última versión del sistema operativo de Microsoft, Windows 10, es una de las más optimizadas de cara a ser usada casi en cualquier equipo, si no contamos con muchos recursos es posible que su desempeño sea un tanto pobre.

Bueno, en realidad esto puede ocurrir en cualquier computadora, sin importar lo bueno que sea su hardware. Son muchos los factores que pueden hacer que un equipo tenga un rendimiento bajo: desde problemas de compatibilidad hasta malware, pasando por hardware dañado. Sin embargo, en muchas ocasiones no es necesario meterle la mano físicamente a las tripas de nuestro equipo, sino que basta con trastear un poco con el sistema.

Y eso es lo que vamos a ver ahora: 7 recomendaciones con las cuales podemos mejorar el rendimiento de nuestra computadora usando Windows 10. Se trate de un equipo viejo o nuevo, ten por seguro que siguiendo estos consejos obtendrás una mejora en tu experiencia de uso que será más que apreciable.

Deshabilita las aplicaciones del inicio

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Muchos programas que instalamos intentan iniciarse de manera automática una vez que el sistema operativo ha arrancado, quedando luego ejecutándose en segundo plano. Presuntamente, la intención es que podamos abrir este software con más rapidez, pero dependiendo del caso es posible que no sea algo que necesitemos siempre.

Hay que tener en cuenta que las aplicaciones que arrancan al inicio lo que hacen es consumir recursos de nuestra computadora, y suelen ser la razón por la que tardamos en poder usarla de manera fluida apenas la encendemos. Además, como se quedan en segundo plano, también consumen recursos y, por tanto, enlentecen el trabajo.

Por lo tanto, para ganar en velocidad lo primero que tenemos que hacer es deshabilitar las aplicaciones que arrancan al inicio. Para ello, hacemos lo siguiente:

  1. Hacemos clic derecho en la barra de tareas.
  2. Seleccionamos «Administrador de tareas».
  3. Si nos aparece el Administrador en modo compacto, clicamos en «Más detalles».
  4. Entramos a la pestaña «Inicio».
  5. En esta pestaña, encontraremos un listado de todas las aplicaciones que empiezan a ejecutarse en cuanto arranca Windows. En una de las columnas podremos ver el impacto que tiene desempeño de nuestro equipo al iniciarse, lo cual nos facilita seleccionar cuáles debemos deshabilitar.
  6. Hacemos clic sobre el programa que queremos deshabilitar y a continuación clicamos en el botón «Deshabilitar» que hay en la parte de abajo del Administrador. También podemos hacer clic derecho directamente sobre el programa y elegir ahí «Deshabilitar».
  7. Repetimos esto con cada programa que no queramos que arranque con el inicio del sistema.

Hacer esto es uno de los métodos que hace que el desempeño mejore significativamente. Ahora bien, también depende de cuántas aplicaciones arranquen con el sistema y de cuántas deshabilitemos, claro está.

Hay que señalar que normalmente también podemos deshabilitar cada aplicación desde su sección de configuración individual.

Desinstala aplicaciones

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Los entusiastas de la tecnología solemos tener un problema: tendemos a instalar aplicaciones por encima de nuestras posibilidades. Y la receta para mantener un equipo en buenas condiciones es tener instalado solamente lo que realmente usemos. Por eso, es necesario de vez en cuando dar un repaso para hacer limpieza de esas aplicaciones que instalamos para probarlas pero que luego nunca las hemos vuelto a abrir.

En realidad, no hay que ser un entusiasta para que la computadora se llene de cosas que nunca usas. A veces, es suficiente con que hayas comparado un equipo nuevo para que descubras que viene cargado de programas que no vas a usar en tu vida. Y encima, algunos de ellos incluso también arrancan al inicio. En ese caso, en lugar de deshabilitarlos, mejor desinstalarlos por completo.

Para desinstalar aplicaciones, lo que hacemos es lo siguiente:

  1. Entramos al menú Inicio.
  2. Hacemos clic en «Configuración».
  3. Entramos a la sección «Aplicaciones».
  4. Si no se abre en la subsección «Aplicaciones y características», entramos a ella desde la barra lateral izquierda.
  5. En «Aplicaciones y características», descendemos un poco y ubicamos el listado de las aplicaciones que tenemos instaladas.
  6. Hacemos clic sobre la aplicación a eliminar.
  7. Hacemos clic en «Desinstalar».
  8. Si es una aplicación tradicional, aparecerán las convencionales ventanas de desinstalación. Seguimos las instrucciones y la desinstalamos. Si no lo es, se desinstalará sin más.
  9. Hacemos lo mismo con cada aplicación que queramos eliminar.

Es posible que algunas aplicaciones te pidan reiniciar la computadora cuando termine la desinstalación. Si pretendes desinstalar muchas, mejor espera a que termines de hacerlo y entonces sí, reinicia.

Si tienes problemas a la hora de desinstalar algún programa, recuerda que por aquí te ofrecimos una guía de desinstalación de aplicaciones rebeldes. Revísala.

Elige con cuidado las aplicaciones que usas

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Para poder sacarle el mayor partido a nuestra máquina, debemos tener cuidado con las aplicaciones que instalamos. Y no es solo una cuestión de que provengan de fuentes seguras, sino también de que usemos las más apropiadas para nuestras necesidades.

Por ejemplo, si queremos editar fotografías pero todo lo que hacemos es recortarlas o quitar los ojos rojos, para eso no necesitamos el Photoshop o el GIMP, sino que hay muchas aplicaciones gratuitas que nos permitirán realizar tareas básicas de edición sin tener que recurrir a software pesado que consume muchos recursos.

Otro ejemplo bastante paradigmático es el tema de los PDF. Si necesitamos un programa para leerlos, no tenemos por qué recurrir al Adobe Reader, que es la opción que viene a la mente de la mayoría de personas. La opción de Adobe es un programa monstruoso en el que nos sobra la mayoría de cosas si lo que queremos solamente es visualizar un PDF. Existen muchas alternativas mejores y más rápidas, resaltando en este aspecto el Sumatra PDF.

Por eso, a la hora de instalar algo, sopesa si realmente lo necesitas y para qué lo necesitas concretamente. No recurras a programas repletos de funciones si solo necesitas algo que pueda brindarte soluciones sencillas. Date tu tiempo para buscar.

Ah, y siempre que sea posible, emplea la Microsoft Store ya que tienes las aplicaciones que provienen de allí han sido evaluadas tanto en lo referente a desempeño como en cuestión de seguridad.

Libera espacio del disco duro

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Usar un equipo con un disco duro abarrotado hasta casi el límite nunca es buena idea ya que esto puede afectar al desempeño. Por ejemplo, si tienes una computadora más o menos reciente y empiezas a notar que las aplicaciones o funcionalidades como copiar archivos empiezan a ir más lento de lo normal, es posible que te estés quedando corto de espacio. Habitualmente, esto es apreciable cuando tenemos ocupado alrededor del 70% de espacio en disco.

Más allá de la gestión de los archivos que haya en nuestro disco y que nosotros hayamos añadido (descargando cosas, por ejemplo), Windows viene con una herramienta para eliminar archivos que se generan de diferentes maneras, ya sea temporalmente, por actualizaciones, etc. Para limpiar el disco duro de este tipo de archivos, hacemos lo siguiente.

  1. Abrimos el Explorador de Windows.
  2. En la barra lateral izquierda, seleccionamos «Este equipo».
  3. Hacemos clic derecho en la unidad de disco que deseemos limpiar (lo habitual es hacerlo con la unidad C) y clicamos en «Propiedades».
  4. En la ventana de «Propiedades», entramos a la pestaña «General» (si no se ha abierto en primer lugar) y clicamos en «Liberar espacio».
  5. En la ventana que se nos abre, clicamos en «Limpiar archivos de sistema».
  6. Windows hará una pequeña exploración de disco y a continuación nos mostrará un listado de los archivos que podemos borrar.
  7. Marcamos los archivos que querramos eliminar y hacemos clic en «Aceptar».

Los archivos que se nos listen pueden variar de computadora a computadora, pero entre ellos encontramos desde versiones anteriores de Windows hasta respaldos de actualizaciones previas, archivos temporales de Internet, archivos de la papelera de reciclaje, etc. En general, cualquier usuario medio puede borrar cualquiera de ellos sin afectar negativamente al rendimiento de la computadora. Es decir, que puedes eliminarlos todos sin problemas. De todas formas, en caso de duda lee con atención la descripción que te aparece al seleccionar cada una de las cosas que puedes borrar y busca por Internet acerca de ello antes de hacer nada más.

Revisa si tu equipo está infectado

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Las infecciones de malware son otra causa común de bajada de rendimiento de cualquier equipo. Por lo tanto, ante cualquier enlentecimiento de nuestra experiencia que consideremos injustificado, mejor hacer un repaso del equipo con alguna herramienta antivirus o antimalware.

Windows 10 viene con la suya propia incorporada: Windows Defender. Así que esta debe ser siempre la primera opción a la que recurrir. Para usarlo, hacemos lo siguiente.

  1. Abrimos el menú Inicio.
  2. Escribimos «Defender». Probablemente, la primera opción que nos aparezca sea «Centro de seguridad de Windows Defender». La abrimos pulsando Enter o clicando en ella.
  3. Clicamos en «Protección antivirus y contra amenazas».
  4. Clicamos en la opción «Examen avanzado».
  5. Si no aparece seleccionada, elegimos la opción «Examen completo».
  6. Clicamos en el botón «Examinar ahora».

En caso de que el antivirus de Windows Defender no se pueda iniciar, no pueda actualizar sus definiciones de amenazas, o tenga algún tipo de problema para completar el examen, es muy probable que el equipo esté infectado con un malware agresivo. Para estos casos, en lugar de seleccionar «Examen completo» en el punto 5, elegimos la opción «Examen de Windows Defender sin conexión».

Instala las últimas actualizaciones

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Mantener la computadora actualizada es muy importante a varios niveles. Para empezar, resulta indispensable para estar protegido frente a las amenazas que van apareciendo. Pero es que además resulta conveniente para el rendimiento del equipo, pues en ocasiones se introducen mejoras que solucionan problemas u optimizan el desempeño.

Con un equipo que use Windows, normalmente tendremos dos tipos de actualizaciones de las que preocuparnos: las del propio Microsoft y las de los fabricantes de los componentes de nuestra computadora (y en esto se incluyen también los periféricos como el teclado o el monitor).

Por defecto, las actualizaciones de Windows están configuradas para que se descarguen y se apliquen de forma automática. Pero en ocasiones es bueno realizar una comprobación manual por si acaso. Para ello, hacemos lo siguiente:

  1. Abrimos el menú Inicio y clicamos en «Configuración».
  2. Clicamos en «Actualización y seguridad».
  3. Se abrirá la ventana en «Windows Update». Si no lo hace, seleccionamos este apartado desde la barra lateral izquierda.
  4. Clicamos en el botón «Buscar actualizaciones».

Actualizar los drivers individuales de los componentes y dispositivos de nuestra computadora puede ser un poco más trabajoso y, a veces, incluso lioso. Debemos ir al sitio de cada fabricante y descargarnos la versión más apropiada del driver de cada dispositivo en concreto.

Al ser un proceso que varía tanto, se escapa al propósito de este artículo. Sin embargo, lo más recomendable es seguir las instrucciones que provea cada fabricante para la instalación del driver. Muchos de ellos, vienen con sus propias instalaciones. También puedes recurrir a programas gratuitos o freemium de terceros como Driver Booster o Slimware Driverupdate.

Cambia el plan de energía

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Windows 10 viene con tres planes de energía predefinidos: Economizador, Equilibrado y Alto rendimiento. Solamente por el nombre, te puedes imaginar que mejorar el rendimiento deberás optar por el último. En el caso de una laptop, considera que si eliges esta opción es probable que la batería te dure menos, por lo que no es recomendable recurrir a ella.

  1. Para cambiar el plan de energía hacemos lo siguiente:
  2. Abrimos el menú Inicio y escribimos «Panel de control». Al aparecer la opción, la abrimos.
  3. En el Panel de control, entramos a «Hardware y sonido».
  4. Allí, entramos a «Opciones de energía».
  5. Seleccionamos el plan «Alto rendimiento».