En el sector de los recursos humanos, la nube se entiende como una herramienta que, sobre todo, aligera el papeleo. Y aunque es cierto, se trata de una apreciación incompleta, una minimización que provoca que su adopción se demore ya que no se comprenden por completo sus beneficios.

Desde luego, conservar la información de forma segura en una localización accesible desde cualquier parte es algo bastante importante, pero eso no es el único aspecto a considerar. El uso del software como servicio (SaaS) reporta unos beneficios adicionales que, aunque quizá menos evidentes, son capaces de provocar un especial impacto en los departamentos de recursos humanos. Veamos cuales son.

Acceso rápido a la innovación

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Al hacer uso de la computación en la nube y el software como servicio, cualquier departamento de recursos humanos tiene un acceso más rápido a las últimas innovaciones tecnológicas.

A diferencia de lo que ocurre con el software local, las empresas proveedoras de SaaS proporcionan actualizaciones de versiones de manera automática y regular durante todo el año. Esto permite incorporar nuevas funcionalidades con más rapidez e incluso añadir algunas experimentales para comprobar su adopción y rendimiento antes de implementarlas.

Además, la empresa no debe preocuparse de si la última actualización puede ejecutarse o no en su hardware, pues es el proveedor el que se encarga también de cubrir este aspecto ya que es a él a quien le compete.

Experiencia de usuario más sencilla

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Ya que el software suele ser accesible a través de navegadores web y estos son programas con los que los usuarios están muy familiarizados, las aplicaciones SaaS tienden a tener curvas de aprendizaje más bajas y tasas de adopción más altas. Esto puede ser especialmente significativo dado el alto costo del desarrollo e implementación de software local frente al bajo costo de entrada para SaaS.

Y aunque el mero hecho de recurrir a software en la nube no es garantía de una mejor experiencia de usuario, aunque la tendencia es que se traten de aplicaciones muy intuitivas, sí lo es de que esta puede evolucionar con más rapidez, incorporando fácilmente nuevos elementos que la vayan puliendo a base de acumular tanto cambios grandes como menores.

Seguridad sin complicaciones

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Estar actualizado hoy en día no es una opción, sino una obligación debido a la cantidad de amenazas de seguridad que existen. Cuando se detecta una vulnerabilidad en un software local, no importa cuanto haga el fabricante por corregirlo y distribuir su actualización que la última palabra acerca de si se actualiza o no la tiene el usuario.

Esto, que a nivel personal puede no ser tan grave, hace que las empresas corran enormes riesgos. En muchos casos, las actualizaciones se aplican con lentitud y son realizadas por el departamento de tecnología o por un proveedor externo de servicios de sistemas. El tiempo que se pierde en estos casos puede  suponer la diferencia entre mantener intacta y segura la información y sufrir un ataque que deje a una empresa al borde de la quiebra.

Subirse a la nube es imperativo

Con el acelerado progreso que se está haciendo en las tecnologías SaaS, la nube pronto tendrá la misma flexibilidad y potencia que el más avanzado software local que se esté utilizando en la actualidad, pues cada vez más son diseñadas pensando en brindar un nivel de personalización más alto y una mayor integración con otras herramientas y proveedores.

Aunque las herramientas de recursos humanos basadas en la nube se centran por definición en la tecnología, su impacto en las empresas y en las personas que las gestionan es profundo. A la hora de adoptarlas, algunas organizaciones se ven frenadas por la inercia, el temor a lo desconocido o el deseo de proteger las inversiones realizadas, las cuales son todas preocupaciones válidas. Sin embargo, si no lo hacen corren el riesgo de perderse todo lo que ofrece esta tecnología en su conjunto y, por lo tanto, quedarse rezagados respecto a su más directa competencia.