Sacar un emprendimiento adelante no es fácil. Existen una serie de dificultades al inicio que requieren de persistencia y capacidad de adaptación, las cuales terminan desanimando a mucha gente. Y a esto hay que añadir las de tipo personal, que cuando aparecen pueden conseguir que el camino se haga mucho más cuesta arriba. Pero cuando se trata de un cáncer, hay que reconocer que la mayoría de la gente terminaría tirando la toalla. Sin embargo, Khallil Mangalji no lo hizo.

Mangalji tiene hoy en día 24 años y es el CTO de una startup de Toronto, Fiix, creada junto a dos personas más, Zain Manji y Arif Bhanji. Fiix es un servicio para enviar mecánicos a domicilio para realizar pequeñas reparaciones en autos como instalar nuevas pastillas de freno o cambiar el aceite o los neumáticos.

Casi desde sus inicios hace dos años, Fiix demostró ser un éxito. No fue el primer proyecto de sus tres fundadores, pero consiguieron obtener resultados tangibles en muy poco tiempo y la startup empezó a recibir financiación y a llamar la atención de medios y otras empresas. Todo esto revolucionó la vida de los involucrados, pero al mismo tiempo apareció algo que revolucionó la de Mangalji aún más: el cáncer.

El peor golpe en el peor momento

Mangalji recibió su diagnóstico cuando Fiix había conseguido embarcarse en un rumbo ascendente en todos los niveles. Él mismo se había comprometido con la empresa, tomando importantes decisiones respecto a su carrera que le llevaron a rechazar ofertas de grandes compañías.

Mientras estaba en la universidad, Mangalji hizo prácticas en sitios tan prestigiosos, como Pivotal Labs, Apple y Facebook. Al graduarse, recibió ofertas de trabajo no solo de la red social, sino también de Uber, Medium y de otros más. Estas ofertas, según Mangalji, le vinieron no solo por su capacidad, sino sobre todo por ser quien estaba a cargo del desarrollo de Fiix.

Mangalji decidió aceptar la oferta de Uber. Y estaba a punto de ingresar allí cuando Fiix ganó una beca de Y Combinator. Ante esta nueva situación, dejó de lado a la poderosa empresa de economía colaborativa para centrarse en la suya propia.

De Y Combinator llegaron 20 mil dólares y créditos para Amazon Web Services. Poco después, su aplicación apareció en Product Hunt, se convirtió en el segundo producto del día el 6 de junio de 2016, las visitas al sitio se incrementaron en un 6.000% y, lógicamente, aparecieron nuevos clientes.

Y entonces, llegó el cáncer.

Determinación: importante y difícil

Un diagnóstico de cáncer siempre es duro, pero cuando ves que tus sueños empiezan a tomar consistencia y tienes que apostar con más fuerza por ellos, la dureza resulta incluso mayor. Pero Mangalji decidió enfrentarlo con determinación.

Según le contó a Business Insider, «Lo enfrenté con la actitud de que voy a ser capaz de superar esto. Como cofundador, debes tener fortaleza mental. Creo que si tienes un problema, mientras puedas mentalmente sentir que puedes superarlo y no permitas que eso cambie, lo conseguirás».

Pero, como él mismo descubrió, mantener esa fortaleza no es fácil. El tratamiento resultó demoledor y chupaba mucha de su energía: «Todo se deterioró. Empiezas a perder cada vez más fuerza y energía. Lo más duro es perder la libertad mental. Mis pensamientos empezaban más a entrar en un bucle».

Había semanas fáciles y otras más duras debido al tratamiento. En estas últimas, Mangalji recibió el apoyo de los otros dos cofundadores: no podía comer y apenas podía salir de la cama, mucho menos enfocarse en el trabajo. Así que sus compañeros le llevaban a hombros y hacían horas extra cuando era necesario.

Salir adelante

Estos esfuerzos surtieron efecto: el tratamiento finalizó y Fiix entró de manera completa en el programa de Y Combinator. Los tres se mudaron a California y empezaron a trabajar muy duro. Todo iba bien hasta que el cáncer volvió.

A pesar de que el tratamiento estaba cubierto por el sistema de salud canadiense, incluso los cuidados que debía recibir en California, Mangalji tuvo que volverse a casa durante tres meses para más quimioterapia, lo cual representó un duro golpe para él. En un vídeo que publicó en YouTube, Mangalji trató de mostrarse optimista, aunque el tono de sus palabras dejaba notar su desánimo.

Pero aún así, Mangalji no se rindió. Siguió adelante y, en la actualidad, el cáncer continúa en retroceso y Fiix continúa creciendo, habiendo tenido que contratar a tres personas para enfrentar los nuevos retos.

Fiix tiene mucho camino por delante. Es un emprendimiento prometedor, pero necesita pasar del mercado local al nacional o hasta el internacional. Pero está claro que el compromiso de los tres fundadores, y especialmente de Mangalji, le dota de un aura inspiradora a la empresa. Mangalji siguió dándolo todo por su proyecto al mismo tiempo que batallaba (y batalla) contra el cáncer, algo que resulta todo un ejemplo de lucha por aquello en lo que uno cree.