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A pesar de que en los últimos tiempos el Cyber Monday se ha promocionado con fuerza para impulsar el comercio electrónico, el Black Friday todavía sigue siendo una fecha importante para las ventas en el entorno digital. De hecho, es tan importante que en este año se han batido récords.

Según datos provenientes de Adobe Analytics, que se encarga de medir las ventas de los 100 principales minoristas web de Estados Unidos, las ventas realizadas en línea durante el Día de Acción de Gracias y el Black Friday de este año han sido de 7.900 millones de dólares.

Una cifra bastante alta, no hay duda, que en cuestión de crecimiento ha significado un aumento del 17,9% respecto al año pasado. Eso de manera general, que si nos fijamos solo en las compras móviles, o sea las que se hicieron desde el teléfono, el incremento ha sido de 29%.

En cuanto a productos, parece ser que uno de los segmentos más populares ha sido el de la electrónica de consumo. Y dentro de él, en lo referente a consolas de videojuegos, la que ha gozado de más aceptación ha sido la PlayStation 4.

Los comercios minoristas hicieron una inversión considerable durante las semanas previas al Día de Acción de Gracias para mejorar la experiencia de la compra en línea en sus sitios. Algunos los renovaron por completo y, en general, se mejoraron los sistemas de entrega, algo crucial no solo para atraer a los clientes, sino para que luego repitan su compra.

Todavía falta mucho para acabar con el comercio físico

Este incremento de las ventas digitales en unos días más asociados a la compra realizada en persona ha hecho que algunos analistas especulen acerca de la posibilidad de que las tiendas físicas tengan que hacer frente a una disminución en sus ingresos.

Por parte de Adobe no han circulado datos respecto a las ventas físicas, pero las especulaciones se han visto reforzadas debido a que los analistas afirman haber visto menos autos en los parqueaderos y menos personas comprando.

Ahora bien, esto tan solo puede ser una apreciación subjetiva impulsada por el deseo de que el comercio electrónico desplace de una vez por todas al físico, porque existen datos que dejan pensar que en realidad no es así: los de las visitas a los sitios web de las tiendas.

Según la empresa de investigación ShopperTrak, el tráfico a estos sitios web descendió menos del 1% este año. Si hubiese habido un traslado de la compra física a la digital, el tráfico no habría permanecido con una variación insignificante, sino que debería haber crecido. Y eso, en base a estos datos, no es lo que ha pasado.

De esta información se pueden extraer un par de conclusiones. La primera, la que da Brian Fields, de ShopperTrak: «El hecho de que las visitas de los compradores permanecieran intactas el Viernes Negro ilustra que la venta al por menor física sigue siendo muy relevante y, cuando se hace bien, es rentable».

Y la segunda: que si las ventas han crecido pero no lo han hecho las visitas es que los mismos clientes que compraban antes ahora compran más cosas (o gastan más dinero en línea), de manera que las tiendas han conseguido fidelizarles. Y esto no es algo menor, ni mucho menos. Significa que se están haciendo las cosas bien y que el comercio electrónico, aunque no desplace todavía al físico en esta fecha tan señalada, sigue un buen rumbo.