Dos gigantes están planeando laptops ultra potentes más delgadas que un MacBook Air

Persona con un laptop en sus piernas

En lo que se refiere a procesamiento gráfico, NVIDIA es sin duda la principal compañía del mercado. Sin embargo, esto podría empezar a cambiar dentro de poco debido a la alianza que han forjado dos importantes empresas para destronarla: Intel y AMD.

Anunciado en un principio por Intel y luego confirmado por AMD, estos dos rivales tradicionales se han puesto manos a la obra para desarrollar un chip que combine una CPU de Intel con una GPU de AMD para crear así una unidad más pequeña que lo que existe actualmente.

El objetivo con ello es permitir la producción de computadoras portátiles más delgadas y ligeras que las actuales, pero manteniendo al mismo tiempo la potencia de los modelos más poderosos del mercado.

Esto, que sería relevante para muchos sectores en los que se opta por soluciones de escritorio porque en laptops no encuentran algo opciones que combinen la potencia que necesitan con un diseño manejable y poco pesado, lo sería especialmente para el gaming ya que permitiría ejecutar con fluidez aquellos juegos que demandan más recursos de lo habitual.

Aunque Intel domina desde hace mucho el mercado de las portátiles, y que sus SoC cuentan con GPUs que dan cada vez mejor rendimiento, todavía se siguen quedando lejos a la hora de enfrentarse con NVIDIA, cuyas GPUs suelen ser integradas por los fabricantes acompañando a los procesadores de Intel.

Con esta alianza, tanto esta empresa como AMD podrían conseguir ganar cuota de mercado y, si prosperase exitosamente esta iniciativa, quién sabe si incluso desplazar a su rival por completo. Pero no lo vamos a negar: eso es mucho decir por ahora.

Estas serían las repercusiones

Hagamos un pequeño ejercicio de futurología para imaginar que es lo que tendríamos si esta iniciativa de Intel y AMD sale adelante y consigue su propósito de manera efectiva.

Para empezar, tendríamos unas laptops realmente potentes con un grosor de unos 16 mm o incluso de 11 mm, lo cual sería menos que el del MacBook Air, que mide 17 mm en su punto más grueso. Esto ya supondría un progreso tremendo, pues los equipos de gran potencia actualmente están alrededor de los 26 mm de grosor.

Ahora, ¿de qué hablamos al hablar de potencia? Para aquellos que no dominen el tema, el procesador tradicional o CPU es el encargado de «procesar» todos los datos. Viene a ser como el cerebro del equipo, y cuanto más potente es, más rápido se cargan y ejecutan tanto el sistema operativo como los programas. La GPU es un procesador adicional que se encarga de los gráficos que aparecen en la pantalla y, aunque la CPU de un portátil puede manejar muy bien los gráficos básicos, se necesita de una GPU para tareas más exigentes como edición de videojuegos o de vídeo.

El proyecto de Intel y AMD podría lograr que las próximas laptops sean en verdad soluciones portátiles totales, no solo parciales: los equipos potentes de hoy en día no son muy buenos en lo que se refiere a movilidad. Esto quiere decir que, por ejemplo, un editor podría un buen día irse tranquilamente a trabajar a una cafetería para continuar editando y renderizando un vídeo de alta resolución.

Pero más allá de esto, las implicaciones son extensibles a los fabricantes. Al crear un chip combinado más pequeño, se consigue contar con más espacio, algo que permitiría a los fabricantes que lo adoptasen (podemos pensar en Dell, HP o incluso Aple), añadir más funciones a través de nuevos componentes o incluso baterías con más capacidad que permitan una vida útil mayor del equipo.

¿Cuándo y cuánto?

Todavía no está claro cuándo empezaremos a ver en el mercado estos nuevos chips, aunque parece que ya se está hablando de que podrían aparecer durante el primer trimestre de 2018, lo cual significaría que los primeros equipos empezarían a verse a partir del segundo o tercer trimestre a lo más.

En lo que se refiere al precio, según los portavoces de AMD, los portátiles que incluirán el nuevo chip estarán en el rango de entre $ 1.200 y $ 1.400, lo cual los colocaría dentro del terreno de los PC de gama baja pensados para juegos que cuentan con su GPU y que suelen ser pesados y gruesos. Pero que este término, «gama baja» no llame a engaño: estos equipos suelen tener una potencia gráfica muy superior a las laptops más delgadas que vienen sin GPU.