¿Por qué Netflix compró su propia compañía de cómics?

Si Warner es dueña de DC Comics (Batman, Superman, Wonder Woman) desde 1968 y Disney es dueña de Marvel (Iron Man, Avengers, Spiderman) desde 2009, en Netflix han debido decir «Ah, ¿sí? Pues eso es lo que nos hace falta: una compañía de cómics». Y ni cortos ni perezosos se han comprado Millarworld.

Aunque el nombre Millarworld no sea uno que resuene entre el gran público, entre los aficionados al cómic sí lo es. Especialmente por quien está detrás: el guionista Mark Millar, conocido sobre todo por títulos como The Authority, Old Man Logan (en la que se inspira pero mucho la aclamada película Logan) y la primera etapa de The Ultimates (en la que también se inspira muchísimo la primera película de The Avengers).

Si bien Millar construyó su carrera principalmente en Marvel (es decir, que los derechos de esas obras y personajes son propiedad de Disney), en 2004 lanzó su propia línea de cómics llamada Millarworld, cuyos productos son propiedad de los autores que los realizaban y que se publicaban en diferentes editoriales. Eso es lo que ha comprado Netflix.

 

El cómic: una cantera para Netflix

Aunque no sea tan conocida como DC y Marvel, los personajes de Millarworld ya han sido llevados a la gran pantalla. ¿Recuerdas Wanted, Kick Ass o Kingsman (de la cual está a punto de salir la segunda parte) Pues todas eran adaptaciones de sus respectivos cómics.

A pesar de que como en la obra de cualquier autor, en la de Millar hay títulos más afortunados que otros, con esta adquisición Netflix refuerza su apuesta por los contenidos originales al engrosar entre sus filas las creaciones de un guionista prolífico, atrevido e interesante.

No es nuevo que Netflix tiene puesto un ojo en el cómic desde hace tiempo: al fin y al cabo, la principal (que no única) presencia de Marvel en la pequeña pantalla es obra suya, especialmente meritoria en el caso de Daredevil. Y tampoco hay que olvidar que a los guiones de Castelvania está el también reputado guionista de cómics Warren Ellis (que, por cierto, también es de Reino Unido, como Millar). Es decir, que saben que ese medio da buenas historias más allá de los superhéroes y cuenta con buenos creadores, que es lo que necesitan para mantener su alabada línea de contenido propio.

¿Que podrían haber llegado a un acuerdo con Millar para adaptar sus obras? Por supuesto. Pero puede ser (y esto es una hipótesis) que con la compra de Millarworld se abran una puerta en el mundo del cómic que podría, si no facilitarles, al menos engrasar los engranajes necesarios para futuros acuerdos más convenientes que en la actualidad.

Por su parte, Millar se encuentra muy emocionado. Esto es parte del comunicado que ha publicado en su sitio web:

«Comencé Millarworld como una compañía de cómics de propiedad de sus creadores hace casi 15 años, después de haber hablado con algunos dibujantes acerca de ser sus propios jefes. Todos tuvimos éxito en DC y Marvel, pero esta fue una oportunidad para controlar los personajes y cosechar las recompensas de cualquier futura película, TV o merchandising que provenga de ellos. A lo largo de los años, Millarworld ha acumulado veinte franquicias diferentes trabajando con los mejores artistas del mundo y ahora ha sido comprada por la más emocionante empresa de entretenimiento del planeta. Decir que esto es lo mejor que ha pasado en nuestras vidas profesionales sería un eufemismo».

 

Tiene razones para emocionarse. Como el mismo Millar dice, «Esta es sólo la tercera vez en la historia que se produce la compra de una compañía de cómics a esta escala». Y nosotros también las tenemos: aunque nunca hay garantía de nada, existen muchas posibilidades de que lo que venga de Netflix en los próximos años sea tan atrevido e interesante como el autor que ahora tienen en nómina.