A mediados del mes de mayo, se supo que Netflix va a ampliar su biblioteca de contenido original con una nueva franquicia. Y se supo por medio de una nota de prensa del creador de esa franquicia, el escritor polaco Andrzej Sapkowski. Estamos hablando de «The Witcher», una saga de novelas que se hizo muy popular gracias al videojuego del mismo nombre.

En el comunicado, Sapkowski dijo: «Estoy encantado de que Netflix esté haciendo una adaptación de mis historias, manteniéndose fiel al material de origen y los temas que he dedicado durante más de treinta años. Estoy entusiasmado por nuestros esfuerzos conjuntos, así como con el equipo reunido para guiar estos personajes».

 

Una historia actual con una capa de fantasía

Aunque el punto de partida son las novelas, la serie de Netflix sin duda se verá influenciada por los juegos, especialmente en lo estético, ya que los directores que contribuyeron a los efectos visuales de ellos, Tomek Baginski y Jarek Sawko, participarán en la realización.

Baginski, que fue director de las secuencias cinemáticas del juego, explicó acerca de las historias en que se basará la serie que «Hay una profundidad moral e intelectual en esos libros que va más allá del género. Es una historia sobre la actualidad y sus desafíos, escondidos bajo una capa de fantasía. Es un relato sobre nosotros, sobre el monstruo y el héroe que hay en el interior de todos nuestros corazones».

Además de contar con la participación de los directores mencionados, la serie será producida por Jason Brown y Sean Daniel, que han estado detrás de cosas como las películas de «La momia» o la serie «The expanse>>, y Andrzej Sapkowski participará en ella como consultor creativo. Por el momento, no se ha hablado de ninguna fecha de estreno.

 

Un vídeojuego aclamado por la crítica y el público

Como hemos dicho antes, aunque lo más popular de esta franquicia han sido los vídeojuegos, la saga de libros en la que están basados ha hecho ganar muchos premios a su autor. Tanto los libros como los videojuegos son muy queridos en su país de origen, Polonia. Tanto que en 2011, el primer ministro de entonces, Donald Tusk, le entregó a Barck Obama la edición de coleccionista de «The Witcher 2: Assassins of Kings» para conmemorar su visita.

Aunque Sapkowski ha expresado en alguna ocasión su molestia porque su obra sea conocida por los juegos, lo cierto es que estos son sin duda el motivo por el que Netflix se ha interesado en ella. Y es que la saga de Geralt de Rivia, el protagonista, no es un juego cualquiera.

En él, el jugador toma el papel de Geralt, un cazador de monstruos profesional, que es lo que son los brujos en ese mundo. A medida que transcurre la historia, hay que tomar una gran cantidad de decisiones morales que tienen consecuencias reales en el juego, ya sea inmediatamente o varias horas después de que se tomen.

Para progresar, es necesario explorar un enorme mundo abierto que goza de una estética realmente impresionante, con vistas espectaculares. En este aspecto, resalta la última entrega, «The Witcher 3: Wild Hunt».

Pero no solamente es que los paisajes sean atractivos, sino que el juego cuenta con unos personajes estéticamente muy trabajados, con una atención al detalle extraordinaria que les da un aspecto muy real. Además, los diálogos están trabajados casi al mismo nivel, de forma que todo aquel con el que se interactúa cuenta con una personalidad única, logrando que cada partida sea diferente de la anterior.

Todos estos elementos son los que hicieron de «The Witcher 3: Wild Hunt» un gran éxito de crítica y uno los juegos con mejores reseñas de la última década. De hecho, hubo muchos críticos que lo calificaron como «el mejor juego de rol jamás hecho».

¿Conseguirá la serie alcanzar un nivel de crítica similar? Hasta el momento, Netflix tiene un buen repertorio de series de gran éxito a ese nivel, por lo que se puede tener esperanzas de que lo consigan. Ojalá que el bueno de Geralt sea tratado con el respeto que merece y logren acuñar un éxito más para la creación de Sapkowski.