El sueño de descubrir planetas que sean similares a la Tierra ha estado mucho tiempo entre nosotros. Pero solamente ha sido a partir de años recientes que se ha podido ir concretando desde una mera especulación hasta una realidad que sería palpable si no fuese por las tremendas distancias espaciales.

Recientemente, la NASA anunció el descubrimiento de 219 nuevos objetos situados más allá de nuestro sistema solar que son planetas con toda certeza. De ellos, por lo menos 10 se estiman que no solo son del tamaño de la tierra sino que poseen las características como para considerarlos habitables por la raza humana.

Estos datos han sido obtenidos por Kepler, una misión de larga duración enfocada en la búsqueda de exoplanetas por medio de un satélite del mismo nombre que orbitaba alrededor del sol. Desde marzo de 2009 hasta mayo de 2013, Kepler examinó unas 145.000 estrellas solares dentro de una pequeña sección cerca de la constelación Cygnus.

La mayoría de esas estrellas están a cientos o miles de años luz de distancia, por lo que hay pocas probabilidades de que algún día lleguemos a visitarlas, o al menos que lo hagamos dentro de un relativo corto plazo. Sin embargo, con estos datos los astrónomos podrían indicar qué tan comunes son los planetas terrestres y cuáles podrían ser las posibilidades de encontrar vida extraterrestre inteligente.

Según explicó Susan Thompson, del instituto SETI, con esos 10 planetas ya se alcanza un total de 49 detectados que son parecidos a la Tierra. Si alguno de ellos además tiene una atmósfera estable, existe la posibilidad de que puedan albergar vida extraterrestre.

 

Pocos detalles pero grandes implicaciones

Los científicos no pueden decir mucho acerca de estos nuevos 10 planetas, más allá de que parecen ser aproximadamente del tamaño de la tierra y que orbitan en la «zona habitable» de sus respectivas estrellas; es decir, una zona donde es posible la presencia de agua de manera estable y en estado líquido, no congelada o en estado gaseoso.  Pero, a pesar de la importancia de esto, no es suficiente para garantizar que esos planetas sean habitables.

El método empleado en la misión Kepler para detectar planetas no es sencillo, pero a pesar de ello se ha conseguido revelar la existencia de 4.035 candidatos a planetas, de los cuales 2.335 han sido confirmados como exoplanetas. Y eso solo son los que se han encontrado en un 0,25% del cielo observable. Para cubrir todo, según explica Mario Perez, perteneciente al programa Kepler, serían necesarios 400 satelites como el utilizado.

El mayor número de planetas pertenecen a una nueva clase llamada «mini-Neptunos». Estos tienen un tamaño que está entre el de la Tierra y Neptuno, el gigante gaseoso de nuestro sistema solar, y al parecer son los de esta clase los más numerosos en el universo. Las «Super-Tierras» son también bastante comunes: estas son planetas rocosos que pueden ser hasta 10 veces el nuestro.

Aunque tan solo han sido 49 los planetas del tamaño de la Tierra y situados en una zona habitable que han sido descubiertos, lo cual son bastante pocos en comparación con los miles de candidatos a planeta que ha detectado Kepler, lo cierto es que el descubrimiento ha conmocionado a la comunidad científica mundial debido a sus implicaciones: esto significa que podrían existir miles de millones de mundos semejantes solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea.